La Señorita de al lado

La señorita de al lado sí que lleva buena vida.
Se levanta al medio día, come, dice mamá que debe de comer mal no sé, yo la veo bastante rellenita.
Al menos veo que cuando ella pasa papá la mira con gusto y a mamá no la mira así.
Él dice que es porque a mamá la mira bien con el corazón.
Mamá le dice que se vaya a la mierda que aunque sea junte ganas para hacerle lo que hace años no le hace, papá hace años no le regala una flor a mamá. Debe ser eso.
Aunque me parece que no porque la otra vez papá cortó una margarita del jardín de la esquina y mamá le dijo que se la metiera en el culo, que con eso no iba a arreglar la metida de pata.
Debe ser porque mamá quería una rosa.
Mamá a veces a la señorita le dice prostituta… prosti… mujer barata… rea… pero cuando piensa que yo no estoy escuchando le dice “esa puta de mierda”
Papá le dice que el cuerpo es de ella y que ella hace de su vacío el relleno que quiera, yo se que quiere decir que hace de su culo un pito pero tengo que disimular porque si no disimulo, se enteran que yo he estado escuchando las conversaciones de mi vecina y no me dejan salir más.
A mi me gusta sentarme afuera a escuchar, sobretodo porque mi vecina me regala caramelos. El otro día se sacó un chupetín de la boca y me lo convidó, estaba muy rico. Me dijo que debía de tener leche, pero yo le sentí gusto a frutilla.
Cuando le conté a mamá me pegó y se puso a llorar. Lo peor fue que me lavó la cara con lavandina y la boca con el jabón de los platos, por suerte es biodegradable.
Mamá lloró mucho, después la sentí peleando con la vecina.
Le dijo que no se metiera conmigo.
La vecina le contestó a mi mamá que yo no tenía porque estar chusmeando las cosas que ella hace. Mamá le dijo que no podía cuidarme todo el tiempo que ella tratara de ayudarla pero mi vecina le dijo que bastante hacía cuando se tenía que bancar a papá con su pitito de morondanga haciendo las cosas que ella no le hacía.
Ahí mamá grito fuerte, gritó mucho, gritó en serio.
Después murmuraron algo, mamá siguió llorando pero más bajito y volvió a casa riéndose con la cara toda roja.
Le pregunté que había pasado. Me dijo que “nada está todo bien. Los llantos que escuchaste eran de la tele.” Me molesta mucho cuando la gente grande hace eso.
papá al rato largo llegó de trabajar y mamá se lo llevó al cuarto.
Yo escuché quejidos, papá decía que no podía creer que mamá estuviera tan caliente. Golpeé la puerta pensando que mamá había enfermado, me mandaron a cagar los dos. Mamá salió tapándose la boca y me encerró en el cuarto, al rato largo me abrieron. Los dos estaban sonrientes y me dijeron que habían jugado a las escondidas conmigo y que yo había ganado porque no me habían encontrado. Supe que era mentira porque yo ni me escondí, estuve arriba de la cama todo el tiempo.
Deben haber hecho el amor, no sé que es eso, pero la gente grande lo oculta todo el tiempo.
El tiempo pasó, las cosas en casa se arreglaron o al menos la señorita de al lado ya no es tema de conversación.
Papá dice que con mamá así no necesita a nadie más.
No sé que le vio ahora porque mamá sigue igual de fea que antes, eso sí, la señorita de al lado ya no me convida más nada. Ni yo aceptaría, porque capaz que vuelven las peleas a casa y yo, yo quiero ver a mis papis felices.


I.S.S.

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