CUANDO VINIERON POR MI...

En momentos donde a raíz de un pedido de primaria de eliminar el sistema de abanderados, junto con otros detalles, como la eliminación de grados, parece hacer surgir grandes voces de protestas, con las cuales a grandes rasgos coincido, no quiero dejar pasar la oportunidad de brindar mi opinión, que, a tantos y tantos, nada le importa. Y lo bien que hacen. 

Quejarse hoy de que las banderas no se darán más, o que no se otorgarán como premio al buen accionar en la institución, es, a mi forma de ver, algo muy tardío. Hace años que las instituciones educativas, vienen denigrando el correcto accionar de los estudiantes en sus centros de estudio, y no lo hacen porque haya venido una horda de directoras a las que no les importa nada, no, se ha hecho porque desde arriba, como se suele decir, han llegado nuevos estudios, nuevas órdenes, que abogaban para que los niños, sin importar su conocimiento, pasen igual de un grado a otro, sin importar tampoco al porcentaje de clases que se presentaron. 

De esto hace años, y nadie, sea del partido político que sea, ha dicho nada, todo ha sido un siga, siga, un mirar para el costado, una crucifixión del docente que ose, llevar contra las cuerdas de la mala nota a un niño, porque le habla mal, muy mal, o porque no se comporta de manera correcta en clase (si, hay una manera correcta), repito, esta degradación viene sucediendo hace años, e involucra a todos, pero sobre todo, como pasa en muchos casos, involucra a los que, de atrás de los escritorios imparten verdades, sin tener el mínimo contacto con la realidad. 

Ahora bien, levantar el grito porque se suprime las banderas, cuando hoy en día son entregadas a quienes ni siquiera acuden a la institución, a quienes tienen un 9 en vez de un 12, sólo porque es más simpático/a, ya es denigrar bastante el uso de los símbolos patrios. Es como que a usted le dieran el primer puesto en una carrera, aunque llegue vigésimo, pero cayó bien en el trayecto porque fue saludando a todo el mundo. 

Esta sociedad cuando pasan las cosas mira para el costado, hasta que a algunos, esas cosas le aprietan los zapatos, y ahí sí, se indignan de golpe, dos o tres días. 

Las banderas, hace años perdieron su valor, la buena conducta se igualó al que antes llamábamos “boca sucia”, la puntualidad de concurrir todos los días, está equiparada a faltar todo el año y ajustar con clases de recuperación un par de semanas antes de fin de año. 

Hace años y sea cual sea el partido de gobierno, la educación se ha cambiado, ahora, pedir que se entreguen banderas, cuando hace años ya no se las entregan a los que realmente se las merecen, es medio tarde. Pedir la no eliminación de grados, cuando hace años, los niños pasan de grados sin esfuerzo alguno, de la misma manera que el que se esfuerza para pasar de buena forma, siento yo, es muy tarde. 

Abrazo la educación que participé, me parecía justa, era una competencia que ganaba el mejor, y no había problemas en aceptar eso, todos querían ser parte, pero aceptaban no llegar, en definitiva , era un entrenamiento para lo que después es la vida. Hoy, llegan todos, y a nadie le importa. Quizás, y sólo quizás, es porque antes la educación servía, cumplía su rol, y hoy, todo cambió, menos el sistema educativo. Y no me digan que la educación ha cambiado, porque les cambies (?) que se han propuesto son apenas esbozos, mínimos arreglos sin mover estructuras que, oxidadas aún mantienen cargos, que a decir verdad, nunca sirvieron para mucho, pero la sociedad, no sólo en nuestro país, realmente ha cambiado. 

Y quizás, está bien que hoy ya no se premie con banderas, ya no se pase de grados, el mundo sigue cambiando y en unos años, tendremos un chip que nos permita conectar con todo el conocimiento, así que no será un problema la capacitación. 

Quizás ahí recién, se empiece a educar en lo que creo, si miramos el mundo en el que vivimos, nunca nos educaron, que fue en ser pacíficos, en entendernos a nosotros primeros, para entender a los demás, en no excluir a nadie. 

Hoy el mundo está más separado que antes, con muchas más facilidades para estar unido, quizás eso tenemos que plantearnos realmente. 

Enseñémonos a los seres humanos, a ser, seres humanos, en eso si que vamos tarde, ahí sí no necesitaremos banderas, ni grados, pero viendo que todavía estamos discutiendo, lo que se quita de una educación que hace años no educa, estamos lejos. 


I.S.S.

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