Acaban de hacer presidente a Cristina.

Ante la resolución dada por estos días en Argentina, el título se ajusta como adivinación tonta del futuro. 

Es obvio que cualquier líder, aún los caídos en desgracia, al ser procesados, generan una ola masiva en apoyo, como un resurgimiento, un lifting para como lo veían anteriormente sus ex votantes.

Primera conclusión, a la gente no le importa que sus votantes roben, antes que me critiquen los pro k, todos están en la misma bolsa. Pero cierto es, que ningún candidato pierde votos ante el rumor, ya generalizado para todos, de que todos se llevan cosas que no les corresponde. Es más, hasta se logra de sus votantes, la respuesta espejo, eso de decir, sí, el mío quizás robó esto, pero el tuyo tal o cual cosa, y desde ahí, ad Infinitum 

Ejemplos de líderes políticos con problemas de prisión hay cientos, desde Lula hasta Trump, desde Mandela y más atrás, hasta nuestros días. Todos sabemos que enterrar a un líder, en el sentido de borrarlo del mapa político, o querer hacerlo, va a generar indudablemente, ese apoyo masivo. 

La pregunta es obvia y obvia también su respuesta, ¿Lo saben también los políticos que abogan por meter presos a sus rivales? La respuesta obvia... claro que sí. 

A esta altura de la vida, estoy seguro que usted y yo, ya nos damos cuenta de algunas cosas. Por ejemplo, que los pueblos están divididos casi a la mitad, no sólo en Uruguay, Argentina, Brasil y el resto de América, también en países europeos, el tema es global (o casi).

Ellos, los políticos, saben que necesitan del otro vivo, para darse un descanso con la gente, para que el otro haga lo que es necesario y su gente no le permitiría hacer, en fin, política. 

En Argentina, fue tan abrumador lo de Milei y tan bajo había caído el peronismo, que, se intentó polarizar al ahora presidente, con Macri, pero no se logró que la gente sintiera que eran dos candidatos muy distintos. Mientras eso pasaba, en el peronismo, la nostalgia vencía y ningún candidato nuevo tenía la fuerza para despegarse de Cristina. 

La operación es básica y burda, encendamos nosotros la chispa que nuestro contrincante necesita, porque necesitamos a esa mujer volviendo a gobernar, porque Milei no va a dejar la presidencia a nadie de su partido que no sea él, entonces, mientras él no esté, que se quede alguien que lo haga extrañar en los suyos. 

La mesa está servida. Todo solucionado, demos vuelta la página. 

Acá en Uruguay como todavía no somos tan intensos (para bien y para mal), nuestros gobernantes se pasan el gobierno entre aplausos y abrazos, mientras se critican (o hacen que...), y nosotros como los argentinos y el resto de los pueblos divididos, seguimos pensando que votando, cambiamos algo. 

I.S.S.