CREO EN TODO, POR ESO NO CREO EN NADA
Me hicieron creer en la religión y creí con toda la inocencia de un niño y era mentira.
Me hicieron creer en dios y creí
con toda la fe de un niño y era mentira
Me hicieron creer en la medicina
y a fuerza de pastillas y jarabes intomables creí en la medicina y resultó
siendo más que nada, uno de los negocios más grandes en la historia de la
humanidad.
Hice la señal de cruz para hablar
con alguien, me hicieron creer que los muertos están en el cielo y hacia ahí
miré tantas veces para comunicarme con estrellas que quizás, ya ni existen, pero
mantienen su brillo.
Creí en las instituciones hasta
que, una a una, se fueron disolviendo ante el paso de mis años.
Me dijeron que el Hombre había
llegado a la luna y puede ser, pero ya sé también que quizás no llegó nunca, me
dijeron que el avance de la ciencia iba a mejorar nuestra vida y les creí, pero
la verdad que, hasta ahora, no estoy tan seguro que la vida sea mejor.
Me he dado cuenta que he creído
en todo y que a otras cosas que me negué en un principio me equivoqué en no
creerles. También creí en las energías, en las historias de los antepasados definiendo
nuestro día a día, en el latido de los árboles, en la risa de una gallina.
En algunas de esas cosas, elijo
seguir creyendo, otras, debo reconocer que aún laten con menos fuerza, pero
laten al fin.
No me animo hoy a decir que no
creeré en la potente transmisión galáctica de una naranja, ni en la palabra
sanadora de un gato persa, ya creí en un hombre de barba blanca que manejaba
cada segundo de la vida de 8 mil millones de personas. ¿qué puede haber peor
que eso?
Mi vida me ha servido para darme
cuenta que todo puede ser real si lo creemos, que justificativos, excusas y
resultados, tendremos lo que queramos.
El hecho estará en admitir que
nos sirve creer en algo, nos ayuda en la soledad, nos hace sentirnos parte de
lo que forman los que creen en lo mismo.
Por eso no creo en nada, porque
todo lo que me digan puede ser, por más contradictorio que resulte, si acepto
que alguien crea en dios, por qué no voy a aceptar que alguien crea en el
diablo o en un enchufe.
Por los años que he pasado de mi
vida creyendo es que me doy cuenta que creo en todo, porque no creo en nada.
I.S.S.
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