El lifting del mundo

Se reconoce en estos días que las crecientes históricas de Río Grande do Sul, donde hay muertos, desaparecidos (una forma de no aceptar la muerte creo yo) tienen su inicio en la deforestación del Amazonia lugar al que, según fuentes brasileras, ya NO LE QUEDA, bosque nativo (increíble pero escuchado en un informativo). Suponiendo que esto puede ser exagerado, todo en la tele tiene que serlo para mantenernos prendidos a ella (supuestamente), igualmente es cierto que nadie podría negar, viendo los hechos, que algo de cierto existe en esa afirmación. 

Cuál si se tratara de un acto sublime de autoflagelación, el hombre ataca su propia casa, sólo por el hecho de tener más dinero, algo que hemos hablado en estas columnas sucede también a nivel familiar, o sea a gran escala social y a nivel personal, el consumismo lo ha traspasado todo. 

Luego, vendrán las fotos, la frase tan clásica a esta altura de, la madre naturaleza atacando, o la furia de la madre naturaleza, y por esos lugares van las frases. Culpar a un ser vivo, de no darme algo que yo mismo le saqué me parece una sublime canallada. Es ponernos en el lugar de víctimas, cuando hay un muerto, tenemos el arma, la sangre y los motivos para que esa persona no estuviera más. Es el colmo de la falta de responsabilidad. 

El ser humano ha trabajado con respeto a la tierra, escuchándola y ella, ha sabido darle el mejor lugar donde vivir. Hasta que, el hombre, para tirar comida en algunos lugares y que en otro no llegue, para usar perfumes exóticos, para crear millones y millones de cosas que terminan en basurales en el océano, y tantas cosas de importancia similar, decidió someter a la tierra, olvidarse de un trato de igualdad y dejarla sin fuerzas. Está claro que la tierra hoy, no tiene con qué protegernos, el ser humano la agotó, o está a punto de agotarla, como si se tratara de algo que cada cinco años tuviera una renovación total. Como si se pudiera hacerle un lifting, que nunca queda bien, y pudiera seguir actuando como si nada hubiera pasado (que tampoco nunca queda bien).

No hay diferencias entre el trato del hombre con la tierra y del hombre con sus iguales. Fijémonos en nuestras familias, en nuestros trabajos, en un almacén cuando entremos por cinco minutos, en todos lados está el hombre peleando con el hombre, buscando a quién marcarle su territorio. Y en alguna parte todas estas cosas, también nos incluyen a nosotros, los que creemos que no somos así, los que señalamos.

Creo que nos sobrevivió el hombre de las cavernas, el que peleaba con todo para sobrevivir y hoy, o hace un tiempo, que teníamos todo para cambiar la postura, pues ya no existían los mismos peligros y la perspectiva claramente era otra, seguimos con la idea latente en nuestro cerebro más antiguo donde todos son enemigos que nos pueden matar y bueno, parece ser que quedaremos solos (si no cumplimos con el objetivo de matarnos todos) en un mundo desértico, comiendo pastillas, si es que se pueden crear y bebiendo agua de lluvia, si es que se puede beber o viviendo en otro mundo, si es que se puede salir de este al que ya, no hay lifting que lo salve. 



I.S.S.

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