LO BUENO LO MALO Y LO FEO

Con el título recuerdo, no sólo una conocida película de hace muchos años, sino también algo que nos sucede todo el tiempo en estos días.

Vivimos en un mundo que se ha transformado en bipolar, hay que estar de un lado o de otro, se aclara, no sólo hay que estar, hay que pelearse con los del otro lado.

En algún momento en los países, existían varias miradas sobre distintas situaciones, momentos ricos de debates, donde existía una riquísima cantidad de grises, que hacían abrir la cabeza de la gente, porque de la escucha de tantas propuestas, se terminaba por conocer mucho sobre los temas que se trataban. Partidos políticos, habían 5 o 6, blanco, colorado, frente amplio, partido verde, partido independiente, Unión Cívica, hasta el comienzo del Frente Amplio, muchas agrupaciones de izquierda, que siguen hasta estos días, formaban parte de ese abanico electoral.

La biodecodificación habla siempre de que todos cargamos con la dualidad, somos todas las opciones que vemos afuera, la idea no es pelearse con lo que nosotros creemos que es malo (porque lo malo y lo bueno siempre depende de qué lado nos paremos a mirar las situaciones), sino darnos cuenta que lo bueno, lo malo, lo feo, lo lindo, viven en cada uno de nosotros. Y que, en la aceptación de esos extremos, es donde mejoramos como personas.

Cuando yo escondo lo malo que yo siento que tengo, lo empiezo a ver en cada cosa que me cruzo, porque me consume mucha energía tapar lo que soy y no acepto.

Por eso, en todo sentido de la vida, debo escuchar y aceptar las cosas que no coincido, porque, en algún lugar, me muestran también lo que yo soy.

En política la dualidad, se viene imponiendo y empobreciendo a pasos agigantados de un tiempo a esta parte. Los famosos ballotage, vinieron a imponerse por sobre la clásica votación que era, que gane el más votado. Los que buscan los votos, empobrecieron el menú que nos ofrecen, adrede creo yo, para que todo se resuelva entre dos opciones, lo bueno o lo malo. En esa jugada, la gente se resguarda de los malos, en los buenos, que para los otros son malos, y se amparan en sus buenos. El desastre, está servido.

Porque así la situación, una persona, tiene que representar a todo lo que está del centro al un extremo, y la otra, cubrir el extremo y el centro que el otro no abarca, dos personas hoy, ocupan lo que hace unos años, lo hacían 5 o 6 partidos, por lo menos.

Hoy, en política, el ex presidente Lacalle Pou, dice que su sucesor, tiene una línea muy distinta a su gobierno, mientras que, los que votaron al actual presidente Yamandú Orsi, dicen que no ha cambiado nada, o que esperaban cambios más profundos de un gobierno que los represente.

Darse cuenta querido votante, que ya la dualidad que nos vendieron, ya está obsoleta, porque el mundo lo manejan las empresas y ellas, necesitan estabilidad, y usted, necesita cambios, por eso vota gente que, le hacen creer es distinta. He ahí el problema.

Usted lo sabe, aunque no suelte su sueño porque en él ha depositado su esperanza, debería actuar ya de una manera de no dualidad.

Ya las diferencias políticas no existen, ya todos se tienen que arrimar a las empresas, y no a la gente, ya es tiempo de darnos cuenta, que tenemos que abrazar a los rivales. Terminar como votantes con la dualidad, que es lo que ellos nos están mostrando en los hechos, dejar de poner esperanzas en un sistema que hace años está de espaldas a la gente, no buscar la pelea, asumir que tenemos en nuestro interior lo que los de la vereda contraria nos muestran, es empezar a unificarnos como pueblo, porque de lo contrario, el beneficio cada vez es para menos, y por más tiempo.

Aquella frase tan inspiradora de lucha “el pueblo unido jamás será vencido” es lo que lograron vencer los que gobiernan (que no son los gobiernos) cuando le hicieron creer al pueblo, que quería cosas distintas.

Porque vamos a asumir oscuridades pueblo, muchos de esos pueblerinos, cuando llegaron arriba fueron más que los oligarcas, muchos de los oligarcas, se preocuparon más por los de abajo que los propios pueblerinos. La dualidad siempre nos muestra que si existe, tenemos que asumirla, quitar las etiquetas y animarnos a abrazarnos entre todos, porque hoy, cada parte del pueblo, está queriendo abrazar a los suyos que están arriba, y los de arriba, de uno y otro lado, están mirando para adelante y coordinando entre ellos, lo que hay que hacer para seguir en esos escalones de privilegio social y económico.

 

I.S.S.

Comentarios

Entradas populares