LA FAMILIA
Cantando todos juntos, íbamos andando, sumando pies y manos, ideas y corazones
y sobretodo aquéllo que todos llevábamos, sin saber bien que lo llevábamos.
Luego la victoria
el grito desesperado
el abrazo desmedido que por eso y como siempre
será bienvenido siempre.
Si hasta ése día hicimos que la muerte arrugara su frente, cargara su
desesperanza y por muchos años, nos dejara de joder.
Era eso lo que nos pasaba, una mirada victoriosa de todo y sobre todos nosotros,
no había llanto que no fuera entendido, respetado y deseado de secar con el
codo a codo.
Así eran aquéllos días, así la conocí contra un barranco y la tomé del
brazo, y le dije vamos Vamos! y era tal mi entusiasmo que ella no quiso ni
preguntar.
Después los besos, aquélla familia y todo. Pero nada, nada se hubiera
hecho si no hubiésemos estado todos tan juntos, si nuestro hijo no saliera a la
calle y pudiera sentir que todo el pueblo, era el patio de su casa y que a
partir de ése momento, cuando entrara a su casa estaba entrando, en la casa de
todos.
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