MI PODIO DE LOS CANTAUTORES URUGUAYOS PARTE II

JAIME ROOS


La humanidad tiene momentos históricos, de ellos resaltan determinados artistas, es el caso de Alfredo Zitarrosa, al cual ya me referí en el escrito anterior, y de todos los artistas que tenían un rival tan claro para golpear, en determinado momento de nuestra historia. 

Eso hace que, a veces, no primara tanto la calidad artística, si no lo que se generaba con determinados cantores y músicos. 

En Uruguay primaba el alma, el juntarnos para darnos fuerzas, sin importar tanto el nivel técnico de las representaciones, muchas veces se cantaba porque las canciones se conocían de memoria, pero no porque se escucharan nítidamente. 

En el momento en que la dictadura estaba en pleno descenso, recién ahí, Jaime Roos apareció censurado, un año y medio, pero eso no es ni remotamente cerca, de lo que la gente recuerda de Jaime, no lo sentimos como un artista de dictadura, en parte porque él no era músico reconocido cuando se fue, por tanto no se fue expulsado, por eso, supongo, Jaime está por fuera de ese momento tan uruguayo, tan doloroso. 

La historia estaba en un momento ideal, para las cosas nuevas, cuando Jaime comenzó a brillar en el horizonte, para empezar a mirar al futuro con otros ojos, era imposible dejar lo pasado atrás, pero también era necesario, rearmar muchas cosas. 

Y la música, es ideal para eso. 

Jaime Roos ya tenía canciones como "Cometa de la Farola" (ni más ni menos), "Todo un país detrás", "Retirada", "Aquello", "Los Olímpicos", "Tu laberinto", un bonito equipo, para presentarse en la cancha, y poco a poco, fue ganándose un lugar más que interesante, en la música montevideana. Y digo montevideana porque no será hasta su gira en el 93, donde Jaime logrará sellar con todo el país el afecto para siempre, el reconocimiento y la aceptación, de artista uruguayo. 

Jaime Roos vino, pero no vino para sacarse las ganas de cantar y de hacerse famoso, no, vino para decir, aquí estoy yo, acá en Uruguay se puede sonar distinto, se puede ser profesional y a la vez, disfrutar. Quienes vimos su gira, aquí en Durazno en el estadio de fútbol, nos llamaba la atención, el movimiento sobre el escenario de todos los participantes, con entradas y salidas perfectas que iban en mejora de una visión que en el fondo, nos hacía sentir orgullosos. 

Jaime Roos tuvo la espalda ancha para detener muchas veces, espectáculos, a los que le faltaba medio punto al tercer murguista, punto y medio a la guitarra, y nos desesperábamos porque todo se había trancado, pero Jaime, con su voz muchas veces criticada, nos hablaba como un padre que enseña a su hijo, "disculpen, pero estos minutos son para mejorar lo que a ustedes les llega, porque como público, se merecen lo mejor" y entonces, pasábamos de los nervios al respeto, al cariño, el tipo estaba ahí, ya había cobrado, podía cantar como sea, pero él quería que nosotros escucháramos el platillo de la murga, al nivel de volumen que había que escucharlo. 

Es difícil en Uruguay juntar afectos, generar un ritmo nuevo de murga, ser exigentes con los propios y después, de todo eso, tener la conexión con las hadas de la inspiración para sacar un "Si me voy antes que vos" que, estoy seguro, a todos en algún momento nos sacó una lágrima. 

Pero además, Jaime Roos, ha pasado de la perfección en los escenarios, a las comidas más desafinadas que tienen como instrumento sólo una botella de plástico, algún tenedor y nada más, porque a todo uruguayo en plena sobremesa, le aflora algún

"Los Olímpicos", "Cometa de la Farola", "Amándote", "Brindis por Pierrot", "Cuando juega Uruguay", "Durazno y Convención", "Adiós Juventud" (su inexplicable por lo pegadizo "parece mentira las cosas que veo"), "Tal vez Cheché", "Los futuros murguistas", "Piropo", "Que el letrista no se olvide", "El hombre de la Calle", "Colombina", "La hermana de la coneja", "Si me voy antes que vos", y quedan afuera ese tango distinto "de la canilla" y "tu laberinto" y tantas otras más, pero estamos hablando que Jaime Roos, está en las charlas de los uruguayos con ¡quince canciones!, por lo menos, caso único seguramente en nuestro país, quién no ha dicho alguna vez, "me voy, como se han ido tantos".

Jaime no tuvo carisma, por decirlo de alguna manera, dejó que su música hablara por él, fue Montevideo y por eso le costó ser reconocido como uruguayo, pero siento, que al final, hizo bien, su música habló, su calidad sobre el escenario, sus canciones, sus detalles, lo hicieron siempre el indicado para los momentos, y él , siempre estuvo a la altura. 

Jaime estuvo cuando en el 2010 nosotros nos creímos campeones del mundo, no sólo estuvo, hizo una película con su hijo, abrió su vida hablando de las drogas, del alcoholismo, es de lo mejor que tenemos como cantautor en nuestro país, sin lugar a dudas, por lejos, es un faro imposible de imitar, y es uruguayo, quizás, ese sea el mensaje final. 

Jaime es una esperanza para el uruguayo, de que las cosas se pueden hacer bien, que si hay convicción, no importa lo establecido.

 Jaime es el triunfo del arte.

Al momento de escribir estas palabras, leo que dice que tiene nuevas canciones, pero que tiene 71 años y le llama la atención que le sigan pidiendo temas a él, y no a los muchachos de 30. 

Todo dicho. ¿Quién toma la posta?


I.S.S.

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