LOS EXTREMOS SE AMAN, SE NECESITAN, SE TOCAN, SE BESAN, SE SON

 Hay dos imágenes de personas que se nos hacen a muchos de nosotros, que entendieron como funciona el mundo. 

La del hombre rico, saneada ya su vida económica y la de alguna generación más. Y la del hombre de pobreza extrema (si es veterano mejor). Ambos, desde su lugar, parecen haber descubierto la verdad de esta sociedad. 

El rico por haberle encontrado, o haber tenido por herencia, el dinero que le permita disfrutar a su gusto del mundo que parece haber sido creado para él. Porque tanto si lo hizo al dinero, como si lo recibió, el conseguirlo y el mantenerlo, lo hacen exitoso igual. 

Y el pobre por haber descubierto como vivir, desde un lugar que es hasta cuestionable desde la sociedad actual, pero que a la larga, demostrando otros valores, termina encantando en cierta medida a la gente, como si de una especie de gurú se tratara. 

En el medio, los que son ricos pero no están asegurados, los que trabajan y no tienen tiempo para pensar, los pobres que aún sueñan con salir de ahí para ser vistos, aunque sea. 

Los extremos se atraen, se necesitan para vivir, así como lo masculino y femenino, como la noche el día, el frío el calor, y otros extremos igual de famosos. Porque el frío prepara las cosas para el calor y viceversa y cada uno de los ejemplos brindados. 

La riqueza vive porque hay pobreza, si no el rico no tendría quien lo atendiera y la pobreza necesita estar para dejar mucha plata libre, para que otros la tomen. 

El veterano pobre parece haberlo entendido y haberse entregado de cuerpo y alma a su función en el mundo, eso lo hace sobrevolar algunas preocupaciones diarias, el rico también entendió su papel, por eso no se juzga al usar productos y humanos como si estuvieran ahí por él, y es que tiene razón, están ahí por él. 

Entender como gira el mundo, como funciona nuestra sociedad, nos hará entender nuestra vida, no luchar por sueños imposibles, no angustiarnos por no ser aquello que, según parece, tenemos que ser. El resto son golpes, de suerte o de mala suerte (otros extremos), pero que no condicionan lo que cada uno es en su vida, y es que cada uno es, lo más importante en la vida de cada uno, cada minuto que pasa.  

I.S.S.